«El cohousing tiene sus raíces en Dinamarca en la década de 1960, cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Copenhague se reunieron para discutir cómo crear una comunidad basada en valores sociales y ecológicos.».
(Theo Bjerg & Palle Dyreborg, arquitectos)
El cohousing tiene sus raíces en Dinamarca, donde se originó en la década de 1960 como una respuesta a la falta de viviendas asequibles y la creciente urbanización con proyectos como los de la comunidad de Sættedammen y Fladebygaarden.
El movimiento cohousing Fladebygaarden se inició cerca de Copenhague, donde un grupo de arquitectos y urbanistas liderados por Jan Gudmand-Hoyer y Bent Rørbæk establecieron esta comunidad experimental que se basaba en que la idea de que la vivienda no debía ser solo un lugar donde dormir, sino un espacio donde las personas pudieran conectarse y relacionarse entre sí.
Los residentes de Fladebygaarden compartían espacios comunes, como cocinas, salones de estar y jardines, y se responsabilizaban mutuamente por el mantenimiento y la gestión de los espacios comunes. La comunidad también estableció reglas y principios para garantizar la convivencia pacífica y la participación activa de todos los residentes.
Es considerada una de las primeras comunidades cohousing de la historia y ha sido reconocida como un modelo exitoso de vivienda colectiva y sostenible.
Uno de los aspectos más destacados de Fladebygaarden es su enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia energética. Las viviendas están diseñadas para aprovechar al máximo la luz natural y la energía solar, y se utilizan materiales reciclados y ecológicos en su construcción. Además, la comunidad cuenta con un sistema de calefacción y refrigeración geotérmica que reduce el consumo de energía y minimiza el impacto ambiental.
Fladebygaarden también es conocida por su enfoque en la interacción y la participación activa de los residentes. La comunidad tiene un conjunto de reglas y principios que se establecieron desde su fundación y que se revisan y actualizan periódicamente por los residentes. Estas reglas establecen la responsabilidad de cada residente en el mantenimiento y la gestión de los espacios comunes, y se fomenta la colaboración y el trabajo en equipo para resolver cualquier problema o conflicto que surja.
La comunidad también cuenta con una serie de actividades y eventos que fomentan la interacción entre los residentes, como comidas juntas, celebraciones.
El cohousing se extendió rápidamente por Dinamarca y hoy en día hay más de 700 comunidades cohousing en el país. Además, el modelo se ha adoptado en otros países, como Estados Unidos, Canadá, Australia y Reino Unido, y se está volviendo cada vez más popular en todo el mundo.
En Estados Unidos, el cohousing se popularizó en la década de 1990, especialmente en la costa oeste, donde se establecieron comunidades cohousing en ciudades como Seattle, San Francisco y Los Ángeles. En la actualidad, hay más de 150 comunidades cohousing en Estados Unidos, y se espera que este número siga creciendo en las próximas décadas.